Sobre el incendio


Adrián Porcel, 2024.

Videoinstalación y performance. 2 proyecciones, 6 min, 42 seg. Texto. Medidas variables.







Vistas de la instalación y performance.


Su cara se desviste de mi cara
en su silencio de la velocidad en que un rayo caería
portando una incendiaria gana de habitar cada brizna de hierba
y pastarla en llamas
Extendiéndose 
Extinguiéndome

Quedé bajo el tronco que cayó a plomo
y al parpadear plomo
se desmoronó un segundo
y otro se copia y otro se copia y otro
le roban la razón a la cabeza
porque escucha tan aceleradamente

¿Por qué escucho tan —la niebla?

y me zambullo hasta avivarla
Con todo hacia adentro
hacia el fondo
El que llueve deprisa en la tierra
Me ahogo
y el cuerpo, espigas
Me ahogo
En un lobotómico microsegundo que extrae de mi mente el silencio
y expresa una cruz en un vientre de abismos
Son escanografías de espectros
los cuerpos labrados de ausencia
y sus tierras baldías
No sale nada de todo ello

Un perro es un sabueso sensible al polvo y al humo
Un extraño si respira desde un hocico acalorado o si se vuelve en la apnea del sueño contra sí mismo a causa del incendio
—¡Y por fin, por fin tenemos tensión!
Por verte pausarte un mundo
pavorosamente
Angustia creciente
y ni la cara que se va ni mi cara ni la tuya ni la suya
verán por siempre arderse su campo
ni serán agasajadas por la lumbre roja
ni por el trigo cenizo
ni por el abrigo negro de un ojo, ni por su blanco del cielo que lo rodee

Sólo queda un raro polvo cuando uno se duerme
El cielo es eso y una jaula
Rozar la garganta en la inminente glaciación que se avecina si se pausa el AMOC 
es eso y una jaula
pero con mucha prisa
pero cabalgado por un jinete muerto
pero con anteojeras de sangre
Todo el vello púbico de una amapola turbada por la tormenta de una vida
es eso y una jaula

Sí, lo doy todo por estar cuando se estrecha el mundo
Porque eso ha sido todo antes de mí
y me hace sombra

Hueso y magma
Madre y foso
Arena inmensa
Porque eso ha
sido todo antes de mí
y me hace sombra

Quédate zámpame y véjame
Pues se merece un horno el suelo que piso
Soy 
en la distancia
que arraso venas adentro
de infinitos lechones vermellos
Yo no soy yo, hoy no, rápido. no soy yo hoy. Lento. no soy yo, hoy no, ya no

La trashumancia que hace el corazón crudo hacia mi flecha
se dilata
y me da tiempo
mucho
muchas vejeces
para soñar que vuelvo
y toco la tierra de entrañas
Barca salina amarrada
Soga que sale

Cal, inmediatamente después de no verme en un verano más
atorado a un tipo de vértigo imposible
distinto
Que fragua por la desazón de una piel repleta de sal que cambia 
sin permiso de nadie
A causa del todo barométrico de no tener posibilidades
porque ese elefante se mueve rápido
y ejerce una tensión total sobre mis horas, inmediatamente después de vivirlas

Serán vértebras las que noten la regresión final
Cadencia tibia de huesos de un animal extraño
que lleve a la extinción a su especie desde su infancia
Confuso desde el momento en que habla
lengua de clavos para el amor
y las muertas para el cambio

Estamos esperando algo
Por ello hay tierra en nuestra sangre
Brotará algo 
Quizás
A borbotones


Registra: Rosa García